UNA HISTORIA MARAVILLOSA QUE NO PODRAS IMAGINAR
Medidas desesperadas
Anthony había muy ingeniosamente colocado un dispositivo de grabación en la mochila de su hijo. Estaba ansioso por capturar cada interacción entre su pequeño y su maestro. Con la mochila en su lugar, se dirigió a su trabajo con un brillo de anticipación en sus ojos.
Durante su jornada laboral, solo podía esperar ansiosamente, aunque su sonrisa no pasó desapercibida para su jefe, quien curiosamente le preguntó el motivo. Anthony no podía evitarlo, ya que sabía que pronto el maestro estaría suplicando por clemencia, sin tener idea de que sus palabras y acciones habían sido meticulosamente registradas, ahí estarían las pruebas que necesitaban.
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